Trabajar según el enfoque de competencias representó una novedad para mí, dado que en ciclos académicos anteriores los docentes no adoptaban este método. Esta modalidad constituía un cambio al que no estaba habituada, pero a día de hoy, puedo afirmar que, aunque resultó desafiante, no fue insuperable.

Reconozco que este proceso contribuirá significativamente a mi desempeño en las materias futuras y espero continuar perfeccionando mi modelo de aprendizaje basado en competencias. Como mencioné previamente, abordar el trabajo por competencias era algo ajeno a mi experiencia, no obstante, adquirí habilidades para aprender de manera autónoma. Este desarrollo me permitió comprender que estas herramientas, cuando se utilizan de manera eficaz, pueden guiarnos hacia un camino fructífero de ideas que eventualmente se traducen en pensamientos.

Además, nos enseñan a esforzarnos y, de esta manera, transformar el enfoque tradicional tanto de aprender como de enseñar, promoviendo así una mayor calidad de aprendizaje que será beneficiosa en el ámbito laboral una vez que ingresemos a la carrera. En la actualidad, aprender a través del modelo de competencias resulta más beneficioso para el estudiante que simplemente abordar la teoría.

Este enfoque nos instruye sobre la constante innovación en el mundo, subrayando la importancia de ser competentes laboralmente. Este cambio de paradigma es esencial para adaptarse a un entorno laboral en constante evolución y resalta la necesidad de estar preparados para los desafíos que nos depara la realidad profesional.